Entre las maravillas de la creación de Dios, tenemos a los camaleones. Estos seres vivientes tienen una abilidad natural para cambiar al mismo color de cualquier objeto en el cual aterrizan. En otras palabras fácilmente se adaptan, o se mezclan a sus alrededores. Lamentablemente, hay cristianos que, como los camaleones, dondequiera que van se mezclan bien con la muchedumbre. Por ello, otros raramente se dan cuenta que son distintos a los demás. Jesús enseñó lo contrario. Dijo que sus seguidores deben ser tan visibles como lámparas en una colina. (Mateo 5:14) Un cristiano debe ser tan notable como un dedo pulgar que acaba de recibir un sólido martillazo. Amado lector, si hasta este punto ud. ha sido un camaleón espirtual, probablemente perdió la oportunidad de tocar la vida de un amigo o ser querido en una forma positiva. Por todas partes hay personas que están pasando por pruebas y están deseosos que alguno los diriga a la respuesta. Si ud. es de Cristo, conoce la solución a los problemas de la vida. En lugar de perderse entre la muchedumbre, hágase más visible, viviendo para su Señor y dispuesto a decirle a todos que ud. es de Cristo Jesús.